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08

May, 2017

El ambiente de los espacios cerrados representa un elevado riesgo para la salud de los empleados

espacios cerrados PRL



Un estudio sobre calidad del aire realizado por PHS Serkonten, especialista en soluciones higiénico sanitarias integrales, revela que el ambiente en los espacios cerrados está, de media, 5 veces más contaminado que el exterior, sobre todo en primavera.

Teniendo en cuenta que el 90 % de nuestro tiempo lo pasamos en interiores, que un adulto respira de media 10.800 litros de aire al día y que los gérmenes que emitimos en un estornudo, por ejemplo, pueden llegar a desplazarse hasta 50 metros, no cabe duda de que la calidad del aire que respiramos nos afecta.

En el entorno laboral, por ejemplo, es en primavera cuando se disparan los índices de absentismo y se reduce la productividad. Pero, ¿qué contaminantes hay en los centros de trabajo para que nos afecte de esta manera?

En algunos espacios concretos, como los hospitales, hay moléculas de olor de desinfectantes, tratamientos agresivos, como quimioterapias, o de desechos humanos, como vómitos. En los gimnasios, por ejemplo, las moléculas del olor a sudor impregnan utensilios, maquinarias, paredes etc… y los de la humedad son habituales en spas, piscinas o en fuentes decorativas de interior.

También hay en el aire compuestos orgánicos volátiles que provienen de la pintura, las alfombras, el suelo, la fibra de vidrio de los aislantes, la madera, y en oficinas y locales, de las impresoras y los ambientadores.

A ello se une todo lo que proviene de la calle y que entra, o bien por puertas y ventanas, o en la suela de los zapatos, incluyendo polen, polvo, C02 y moléculas contaminantes procedentes de los tubos de escape y del desgaste de los neumáticos de los vehículos.

Si a todo esto se le suman las emisiones de fábricas y chimeneas, se puede decir que el aire que respiramos va cargado de un sinfín de moléculas que afectan a nuestra salud.

Es, además, un foco de contagio de catarros y otras patologías.

La solución pasa por tomar conciencia de que no solo es necesario mantener limpio y desinfectado suelos y mobiliario, ni poner el foco solo en cuartos de baño y cocinas, sino que es imprescindible mantener los mismos niveles de higiene en todo el entorno laboral y, además, contar con tecnología de higiene ambiental que, por un lado, filtre partículas contaminantes, y, por otro, regenere el aire que respiramos en nuestro puesto de trabajo.


www.rrhhpress.com






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