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Conduce con ambas manos en el volante. Conducir con ambas manos en el volante te permite tener un mayor control sobre el automóvil en el caso de que ocurra una emergencia. 

Usa las señales apropiadamente. Siempre usa tus señales, incluso si crees que no hay nadie cerca. Al cambiar de carril en la autopista, no uses las señales luego de realizar la maniobra o mientras cambias de carril. Debes usar las señales con al menos 2 segundos de anticipación para que los otros conductores sepan lo que vas a hacer y puedan tener en cuenta tus acciones en el caso de que surja un problema.

Permanece atento a la conducción y al entorno. Mantén tus ojos en movimiento. No te acostumbres a quedarte mirando la parte trasera del automóvil que está delante de ti. Mueve tus ojos periódicamente hacia los espejos laterales, el espejo retrovisor y el lugar en el que estarás dentro de 10 o 15 segundos. Si lo haces, puedes descubrir las situaciones potencialmente peligrosas antes de que ocurran. Esto te ayuda a predecir lo que va a hacer el tráfico. Al observar los automóviles que están delante de ti podrás saber si es necesario frenar pronto o seguir avanzando. Esto también te permite controlar tus puntos ciegos, lo que hace que sea más fácil saber si es seguro cambiar de carril.

Siempre usa el cinturón de seguridad. SIEMPRE. 

Si LLEVAS NIÑOS EN EL VEHICULO, recuerda que, los niños siempre deben estar en un asiento infantil o elevador hasta que sean lo suficientemente altos y tengan el peso necesario para que se sienten en las sillas comunes. Nunca pongas a un niño en un asiento infantil o elevador en el lugar que está al lado del conductor o en otros asientos que cuenten con airbag frontal. Los niños generalmente deben tener 12 años o más para sentarse en el asiento que está al lado del conductor.

Evita conducir por la noche. La mayoría de los accidentes ocurren en la noche o en las primeras horas de la mañana, y ello generalmente debido al hecho de que, independiente del clima, la visibilidad se dificulta, los conductores están más cansados, la velocidad de reacción es menor, lo que hace que conducir sea más peligroso...

Trata de no conducir con un clima adverso. Las inclemencias meteorológicas (ya sea que se traten de niebla, viento, lluvia o nieve) hacen que tu automóvil y los vehículos que te rodean no puedan funcionar normalmente (independiente de tus habilidades para conducir o las de las otras personas). Incluso si no hay nadie a tu alrededor, aún corres el riesgo de sufrir un accidente causado por el clima. Estas son algunas cosas que debes tener en cuenta.

Si has de conducir bajo situaciones adversas, recuerda,

Mantener los limpiaparabrisas activos mientras llueva.

Limpia el parabrisas para evitar que se empañe.

Enciende las luces delanteras para ayudar a los otros conductores a verte.

Nunca te subas a un automóvil que conduzca una persona ebria.  No permitas que una persona que esté bajo los efectos de alcohol y/o drogas conduzca

Recuerda así mismo, tal y como avanzábamos que el verano es la temporada del año más peligrosa para conducir, en especial para los adolescentes. 

Si eres empresario con trabajadores a tu cargo que conduzcan en su horario laboral, no dudes en consultar con tu Servicio de Prevención Europreven, al objeto de que te hagan llegar cuantas medidas sean necesarias.