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May, 2025
La imprudencia temeraria del trabajador: ¿Cuándo exime de responsabilidad a la empresa?
En prevención de riesgos laborales solemos escuchar que la empresa siempre es responsable en caso de accidente. Pero, ¿es esto cierto en todos los casos? La realidad es que hay situaciones en las que, pese a un incidente laboral, la empresa queda totalmente exonerada.
Esto ocurre cuando se demuestra una imprudencia temeraria por parte de la persona trabajadora. Un comportamiento tan grave e imprevisible que rompe cualquier previsión razonable de seguridad.
Imprudencia: No todo es igual
La conducta imprudente en el ámbito laboral es un terreno complejo que debe analizarse con detalle. No toda imprudencia libera a la empresa de responsabilidad. Existen diferentes tipos:
- Imprudencia simple: despistes o faltas de atención sin plena conciencia del riesgo.
- Imprudencia profesional: confianza excesiva adquirida por la repetición de tareas.
- Imprudencia temeraria: cuando la persona trabajadora asume de forma consciente y voluntaria un riesgo grave e innecesario, desoyendo órdenes, ignorando normas básicas de seguridad o despreciando el peligro evidente.
Es en este último supuesto, la imprudencia temeraria, donde la empresa puede quedar exenta de responsabilidad, siempre que haya cumplido rigurosamente con la normativa de prevención.
El caso que marca la diferencia
Una reciente sentencia del Juzgado de lo Social nº 1 de Cáceres (20 de enero de 2025) ilustra perfectamente esta situación. El tribunal dictaminó que la empresa no era responsable del accidente sufrido por un trabajador que, de forma consciente, decidió no utilizar los equipos de protección individual (EPIs) proporcionados, a pesar de haber recibido formación específica y contar con todos los medios de seguridad necesarios.
El trabajador, que además era encargado y, por tanto, debía ser un referente en el cumplimiento de las normas, actuó de manera totalmente imprudente, asumiendo riesgos innecesarios. El juez fue contundente: "Nadie en su sano juicio actuaría así", concluyendo que la empresa no podía prever ni evitar esa actitud temeraria.
¿Qué debe hacer una empresa para estar protegida?
Este caso demuestra que la prevención eficaz no solo protege a las personas trabajadoras, sino también a la empresa frente a posibles responsabilidades.
Para que una organización pueda ser exonerada en situaciones similares, debe acreditar que ha cumplido con todas sus obligaciones:
- Evaluación de riesgos actualizada.
- Formación e información continua sobre los peligros del puesto.
- Entrega y control de uso de EPIs adecuados.
- Vigilancia de la salud y declaración de aptitud.
- Supervisión y registro de las medidas preventivas aplicadas.
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