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Es común que de vez en cuando un riesgo que estaba considerado como tolerable en determinados puestos de trabajo, por un cambio en las condiciones, pase a ser un riesgo importante. Este sin duda es el del estrés térmico, reservado antaño a determinados puestos de trabajo, y ante este cambio climático y olas de calor, ha pasado a afectar a un espectro profesional mucho más amplio.

Así, los sindicatos vienen reclamando que se reconozcan como riesgo laboral el estrés térmico y que las empresas desarrollen planes específicos para las olas de calor.

Hace tan solo unos días, leíamos en prensa que los sindicatos en las Islas Baleares, pedían que se reconociese, como un riesgo laboral más, el estrés térmico y las consecuencias de la ola de calor, mencionando especialmente a los trabajadores de la construcción, de limpieza, de la agricultura, de la cocina o del aeropuerto, que están especialmente expuestos a temperaturas que superan el máximo recomendado, por lo que en los sindicatos piden que se adopten medidas que reduzcan el riesgo de esos empleados.

También abogan por evaluaciones de salud previas a los trabajadores para determinar si los mismos están en condiciones de afrontar o no una jornada de trabajo en estas condiciones climáticas, y si no fuera así, reubicarles en otro puesto de trabajo en el que puedan estar.

Estos mismo sindicatos, y respecto a los trabajadores de los aeropuertos baleares, han reclamado también medidas para evitar posibles golpes de calor por las altas temperaturas, como por ejemplo, una reestructuración de turnos para evitar que un trabajador esté toda su jornada a pleno sol durante las horas centrales del día. Un ejemplo gráfico lo encontramos con los trabajadores que cargan y descargan las maletas de los aviones.

Al fin y al cabo todo esto es solo un ejemplo más de cómo el cambio climático y las futuras y presentes olas de calor, nos conduce a incluir en las evaluaciones este riesgo para prácticamente todos los puestos de trabajo, además de embarazadas, sensibles….. y así desde los servicios de prevención, asesorar y apoyar, a las empresas clientes en el desarrollo de protocolos frente a ello.

No sería de extrañar que en breve, a pesar de tener ya su sustento legal, salga alguna legislación nueva a este respecto que se ciña de forma más específica a esto, y se alinee a las nuevas y futuras circunstancias.