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11

Nov, 2025

Cardioprotección en el trabajo: un mapa desigual de los desfibriladores en España


La muerte súbita cardiaca es una de las principales causas de fallecimiento en Europa y puede suceder en cualquier lugar, también en el trabajo. Disponer de un desfibrilador externo semiautomático (DESA) es una medida que salva vidas, pero su obligatoriedad no está regulada de forma homogénea en todo el Estado.

El Real Decreto 365/2009 establece las condiciones básicas para el uso de desfibriladores fuera del ámbito sanitario. Sin embargo, la competencia normativa recae en las comunidades autónomas, que han desarrollado sus propios decretos. El resultado es un mapa desigual de cardioprotección, donde algunas comunidades obligan a instalar estos equipos en centros de trabajo, mientras que otras solo lo recomiendan.

 

Comunidades con regulación obligatoria

Actualmente, doce comunidades autónomas cuentan con normativas que obligan a disponer de DESA en determinados espacios, incluidos los laborales según la actividad y número de personas trabajadoras:

  • Andalucía

  • Aragón

  • Asturias

  • Canarias

  • Cantabria

  • Cataluña

  • Comunidad Valenciana

  • Extremadura

  • Galicia

  • Madrid

  • Navarra

  • País Vasco

Los criterios, sin embargo, son muy distintos. Mientras Navarra fija la obligatoriedad en empresas con más de 700 personas trabajadoras, Extremadura y la Comunidad de Madrid reducen esa cifra a 250. En otras comunidades, el foco está en lugares con gran afluencia de público como instalaciones deportivas, estaciones de transporte, grandes superficies o centros educativos.

 

Comunidades con carácter voluntario

En territorios como Baleares, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Murcia, La Rioja, Ceuta y Melilla, la instalación de DESA es de momento voluntaria. Las administraciones fomentan la cardioprotección a través de campañas y ayudas, pero no existe una exigencia legal concreta.

 

El reto de la cardioprotección laboral

Esta diversidad normativa genera desigualdades en la protección de las personas trabajadoras y plantea un reto para las empresas que operan en varias comunidades. Más allá de la obligación legal, disponer de un DESA, formar a parte de la plantilla en RCP y registrar el dispositivo en la autoridad sanitaria autonómica son acciones que convierten a una empresa en espacio cardioprotegido.

 

Europreven: la prevención como inversión en vida

En Europreven creemos que la cardioprotección es un elemento clave de la salud laboral. Contar con desfibriladores en el trabajo no es un gasto, sino una inversión en prevención, confianza y seguridad. Cada minuto cuenta cuando ocurre una parada cardiorrespiratoria, y disponer de un DESA puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

Porque la prevención también significa estar preparados para responder en una emergencia vital.






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